La idea básica es mantener la esencia de la edificación original adaptándola a un nuevo estilo de uso.
Se ha querido conservar los valores tradicionales que pensamos son importantes, como la relación de la casa con el patio, muros de ladrillo macizo que proporcionan confort acústico y térmico, carpinterías de madera, forjados de revoltón con vigas de madera, cubiertas inclinadas de teja, etc.
Se han utilizado los criterios de la arquitectura solar pasiva para la climatización de la vivienda consiguiéndose niveles de confort muy elevados, prescindiendo de sistemas convencionales de calefacción y refrigeración.
Partimos de una buena orientación norte-sur donde la fachada sur recae al patio interior (la norte a la calle) y con la gran desventaja que esta fachada sur es pequeña en relación a la profundidad de la edificación, (en la arquitectura bioclimática en nuestro clima es recomendable que la fachada sur captadora sea de mayor que el resto de las fachadas).
Para conseguir nuestro propósito fue necesario acristalar totalmente esta fachada sur, incluso los muros.
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La totalidad de la fachada se convirtió en grandes huecos
acristalados.
Puesto que en esta vivienda para prescindir totalmente de aparatos de
climatización se requería de una gran superficie captadora se necesitó prolongar uno de los faldones de la cubierta
para conseguir aumentar la superficie acristalada en la fachada sur.
Un aislamiento térmico continuo recubriendo todos los muros y cubiertas proporciona a la vivienda la capacidad de conservar la temperatura interior evitando que el calor de verano o el frío de invierno entre a través de ellos.
La peculiaridad de esta vivienda es que se trata de una antigua casa de la cual se respeta tanto su encanto como los sistemas
constructivos utilizados en su construcción.
La rehabilitación se centró principalmente en la
climatización de toda la vivienda mediante la captación de la radiación
solar a través de una única de sus fachadas. Para ello
se abrieron grandes huecos acristalados en la fachada sur encargados de captar la energía
solar y transformarla en calor, hasta el punto de poder climatizar
toda la vivienda mediante este sistema. El resultado es una gran
fachada recubierta de cristal que da paso a un entrañable patio interior lleno de vegetación.
Cada material que se utiliza en la rehabilitación de estas
viviendas debe de cumplir ciertos requisitos según la función que
desempeñen.
En esta vivienda destaca el uso de la madera, tanto en las carpinterías como en los forjados.
En todas nuestras casas utilizamos carpinterías de madera, en primer lugar, por proporcionar unos niveles de aislamiento térmico y acústico adecuados y en segundo lugar por ser uno de los pocos materiales utilizados en la construcción con un balance de emisiones de CO2 neutros. Estas carpinterías son tratadas con lasures ecológicos que garantizan un perfecto acabado y durabilidad y reducen los costes de mantenimiento asociados a otros tipos de acabados.
Los materiales cerámicos utilizados tanto en muros como en el revestimiento interior de suelos son seleccionados por tratarse de materiales con elevada inercia térmica que hacen de acumuladores del calor recibido gracias a la radiación solar.
Arquitecto | Melchor Monleón |
Constructor | CEBC Obras Y Servicios S.L |
Superficie construida | 228,81 m2 |