Edificio para bodega, Náquera

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Se trata de una bodega de tres plantas, la planta inferior se encuentra semienterrada y alberga las funciones propias de una bodega, la planta baja alberga funciones de exposición y degustación de vinos mientras que la planta primera se destina a oficinas.

Al semienterrar la planta sótano se reduce el impacto visual de la edificación a la vez que se aprovecha el terreno para amortiguar los cambios de temperatura exterior.

La importancia de la orientación

La edificación se orienta a sur para optimizar la climatización natural del edificio.

La fachada Sur concentra una mayor superficie acristalada con respecto a las otras fachadas porque es la encargada de captar la radiación solar para climatizar el edificio en invierno.

La fachada Norte apenas dispone de huecos debido a que es la fachada que menos radiación recibe. Los huecos son los necesarios para iluminar y ventilar las estancias interiores. Reduciendo el número de huecos en esta fachada se reducen las pérdidas caloríficas que se producen a través de ellos.

Las fachadas Este y Oeste disponen de los huecos mínimos requeridos por el diseño y la distribución.

Diseño y conducción del calor

El edificio cuenta con tres superficies de captación solar, los ventanales orientados a sur de la planta sótano, los de la planta baja y los de la primera planta.

La conducción del calor se realiza a través del hueco de la escalera gracias a la convección natural del aire.

El aislamiento térmico es continuo en todos los cerramientos de la vivienda reduciendo al mínimo los puentes térmicos.

La planta sótano se encuentra enterrada excepto la fachada oeste, aportando una gran inercia térmica al edificio, favoreciendo así las condiciones climáticas en su interior para el proceso de elaboración y almacenaje del vino.

El edificio se integra con el terreno para reducir el impacto visual.

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Eficiencia de los sistemas constructivos

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En la edificación se combinan dos sistemas constructivos. Muro de hormigón armado en la planta sótano y muros aislados de hormigón, conformados por una retícula de pilares construida a partir de un encofrado perdido de bloques de conglomerado de madera cemento de la casa comercial Climablock, en las restantes plantas

Los bloques llevan integrado el aislamiento térmico, por lo que con este sistema se eliminan los puentes térmicos.

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Los muros de hormigón proporcionan una elevada inercia térmica a la edificación.

Para la conservación de los vinos son necesarias unas condiciones climáticas:
- temperatura ideal entre 10ºC y 15ºC para su conservación
- temperatura mínima en invierno no debe ser inferior a 7ºC y en verano no debe ser superior a 20ºC
- protegerlos de las oscilaciones térmicas, no superando los 2ºC de fluctuación diaria.

El enterrar la planta sótano y construir los muros con hormigón armado proporciona una elevada inercia térmica que permite controlar la temperatura interior evitando la variación para cumplir las funciones de bodega.

Comportamiento térmico estacional

En VERANO, cuando el sol alcanza su máxima inclinación, los aleros sombrean los acristalamientos de la fachada Sur, evitando la entrada de la radiación directa a la vivienda.

En INVIERNO, cuando la inclinación del sol es inferior, los aleros dejan pasar la máxima radiación solar a través de los acristalamientos de la fachada Sur para climatizar la edificación.

Comportamiento térmico estacional

Para el dimensionado de los aleros que sombrearán los ventanales de la fachada sur en verano, se realiza un estudio inicial simplificado de la inclinación solar para distintos meses del año.

El objetivo es conseguir que en los meses más calurosos del año, la entrada de la radiación directa en el edificio sea nula a la vez que en los meses más fríos, estos aleros no arrojen sombras sobre los ventanales, captando la máxima radiación solar.

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Ficha

Arquitecto
Melchor Monleón
Arquitecto Técnico
Blanca Nieto
Constructor
Marcala S.A
Comportamiento energético del edificio
programa Celeste 21,69 kWh/m2.año
Superficie construida
517,81 m2